Desde perspectiva madridista nos preguntamos sino será que hay que utilizar la psicología inversa con los jugadores catalanes, como con los niños pequeños, para que hagan lo contrario a lo que deseas. Intentaré explicarme para que me entiendan: el año pasado ganaron todos los títulos en juego, y el mismo entrenador de este año ante los medio de comunicación, solo expresaba su incredulidad (humildad decían otros) ante los resultados cosechados, además ante cualquier elogio, y le dijeron muchos, la negación era la práctica utilizada una y otra vez por el técnico catalán, hasta incluso hartar hasta a los mismos barcelonistas; este año, que intenta acaparar el mérito, primero de fichajes y después de los resultados, solo obtiene fracaso tras fracaso. Primero se echa a la espalda el mal fichaje del central Chigrinsky, el cual todo el mundo futbolístico lo calificó como su "apuesta personal", y una vez visto el pobre potencial del jugador, los mismos mencionados anteriormente se preguntaban qué hacer o qué decir ante el inexplicable fallo del "todopoderoso" Guardiola, optando por el silencio como mal menor para el Barça, en segundo lugar, aunque el equipo cada vez tiene un juego más que mediocre, el técnico intenta acaparar el éxito de los resultados, dando como resultado que el equipo se desinfla y no da "pie con bola", su juego es cada vez peor, además de ser castigado con lesiones de sus jugadores clave.
Ya que todo le sale al revés este año cuando él mismo actúa al revés, quizás debería pensar que igual cambiando su actitud cambian también los resultados, y aunque la gran mayoría de ustedes, o al menos con esa intención lo hice, pensará que eso no me lo creo ni yo mismo, he de decirles que es justamente lo que pienso de las palabras dichas del señor Guardiola. Ahora eso sí, esto lo arregla Zapatero, ese sí que es capaz de arreglarlo.
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