Lección de fútbol del Stuttgart al Barça

El Barca consigue empatar con suerte un partido en el que estuvo bajo las cuerdas durante casi todo el partido, incluso el arbitro se apiadó de ellos y no pito ninguno de los dos penaltis claros que cometieron cuando peor lo estaban pasando.

Viendo que tenían la suerte de cara, empujaron unos minutos al comienzo del segundo periodo y, "voila", empatan en un rechace del portero. Pero solo eso, porque segundos después vuelve el asedio del equipo alemán, esta vez sin el merecido premio de nombre Gol. Y lo peor para los alemanes no es ni siquiera eso, sino que encima el resultado beneficia mucho más al Barça que a ellos, después del partidazo que han dado. Es lo que tiene el fútbol: los mejores no siempre ganan.

Guardiola puso toda la artillería menos Valdés que está lesionado, incluso arriesgó con Xavi semi-lesionado, pero de poco le sirvió. Un Stuttgart que ha agradado y mucho, plató cara, y qué cara, a un Barça armado hasta los dientes, además fue merecedor sin discusión de la victoria y puede sentirse insatisfecho con el resultado y la actuación arbitral por muchas razones.

Afloran los temidos fantasmas en el Barcelona, pues no debemos olvidar que estamos hablando de un encuentro contra el Stuttgart que, sin menospreciarles, no son el Manchester United. Mal partido y mala impresión dada para todo el mundo menos, y aunque esperado no menos sorprendente, para el "bufón" Laporta que no tuvo otra ocurrencia después del partido que decir "bla bla bla... el Barça a dado una buena imagen, bla bla bla", chss y que no ha sido una mala traducción que lo ha dicho en castellano, que lo he oído yo.