Lo que más juega en contra del encuentro del Madrid es, que juega sabiendo el resultado del encuentro del Barça. Si éste les favorece, su rival, en este caso el Espanyol, esperará un Madrid aún más agresivo (para recortar distancias en la tabla) por lo que les pondrá más alerta y se cerrarán más. Tal y como están jugando a día de hoy ambos equipos, al Espanyol solo le queda poner el "autobús" en la portería para no salir goleado del Bernabeu.
Es ahí donde el Madrid debe demostrar, una vez más, que sabe abrir a los rivales encerrados. En el encuentro anterior parece que lo consiguieron. Hay quién puede pensar que el Espanyol no le pondrá las cosas tan difíciles, tratándose de un equipo "amigo", pero estar tan abajo en la tabla no es del agrado de ningún club. Y el Madrid no está en disposición de ayudarle en estos momentos.
Otro de los morbos de esta jornada es el arbitraje que "sufran" ambos equipos. Aunque parece que la consigna es pitar mal cualquier encuentro. Ayer sin ir más lejos, el colegiado valenciano Mateu Lahoz pitó un penalti en una falta cometida casi dos metros fuera del área, y podemos ver en fotos y vídeos como el colegiado está bien posicionado y con buena visibilidad. Estaba relativamente cerca de la jugada y prácticamente en línea con los jugadores implicados, sin tener obstáculos para su visión.
Siendo más partidario de la Teoría de la Sincronicidad que de la Casualidad, tenemos que preveer lo que se nos avecina: arbitrajes más que dudosos en mucho de los próximos encuentros. Y de confirmarse esto, el problema es más serio de lo que parece, y si no que se lo pregunten a los indefensos clubes a los que perjudiquen con estas prácticas tiránicas.
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